EAU DE GIVENCHY, EL NUEVO ALIENTO DE UN CLÁSICO


«He querido una fragancia que evoque el placer, la alegría de vivir y la juventud», declaró Hubert de Givenchy cuando, en 1980, lanzó Eau de Givenchy.

Un perfume elegante y chispeante cuyo refinamiento depurado contrastaba con las fragancias voluptuosas de esa época.

En 2018, Givenchy reinventa este perfume distintivo. La nueva Eau de Givenchy se afirma en toda su singularidad. Fiel reflejo de la historia de Hubert de Givenchy, invita a volar hacia el sur de Francia, entre el mar y los mandarinos. Una fragancia moderna y elegante, refrescante como una brisa estival. Apuesta por la alianza de notas frescas y amaderadas para expresar las sensaciones deliciosas de una tarde soleada, como una ventana abierta al exterior.

EFLUVIOS DE LA COSTA AZUL


Es en Saint-Jean-Cap-Ferrat donde Hubert de Givenchy encuentra el oasis de paz con el que sueña, en 1980. El tiempo parece detenido en Clos Fiorentina, una casa de campo palladiana en medio de la naturaleza, rodeada de jardines en terrazas arboladas hasta el mar.

En este refugio atemporal, la más leve brisa deja oír el susurro de las palmeras. Mezcla el frescor del Mediterráneo con el aroma chispeante de los mandarinos y el perfume delicado de las flores de azahar.

¿Y si una fragancia captara el espíritu de Clos Fiorentina y revelara sus aromas y sus impresiones? De esta hermosa idea nació la nueva Eau de Givenchy, neocolonia almizclada para hombre y mujer creada por François Demachy, compositor olfativo de LVMH.

Los efluvios sutiles de los cítricos. La sensualidad del sol sobre la piel. La eclosión de las flores bajo los rayos estivales. Sensaciones preciosas que sugiere Eau de Givenchy, como una escapada a la orilla del mar.

Bergamota, limón, naranja y mandarina se alternan y se mezclan para ofrecer un soplo cítrico refrescante. Luego, la almendra amarga, inesperada, sorprende aportando a la composición acentos verdes crocantes que evocan una naturaleza despierta.

Paradoja de suavidad y carácter, la flor de azahar se expresa con toda su riqueza: petitgrain y neroli se enriquecen con un absoluto que aporta una estela sutilmente embriagadora. Por último, una nube de almizcles otorga a la fragancia su sello elegante e intemporal.

Estructurada por materias primas naturales nobles, sutiles y refinadas. Eau de Givenchy libera una sensación de frescor en la voluptuosidad de una tarde de verano.

COMO UNA BRUMA DE VERANO

Nuevos códigos para el renacer de un perfume emblemático. El diseño de la nueva Eau de Givenchy refleja su escritura olfativa: moderna, refinada y depurada. 
Presenta líneas minimalistas y tonos delicados que exaltan todo su frescor y ligereza. Su frasco cilíndrico, con la etiqueta redonda y el tapón blanco, revela una fragancia ligeramente verde agua. Un color puro que permite adivinar la naturalidad del perfume. Tonos suaves que se repiten en el estuche que protege el frasco.

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