Prix de Baron B: Séptima Edición


El jueves 9 de noviembre se celebró la séptima edición del Prix de Baron B, la fiesta que combina lo más chic de Buenos Aires con la tradición y el estilo de los grandes premios hípicos europeos. Un evento sofisticado y exclusivo, inspirado en las carreras hípicas europeas del siglo XVII, que convoca a las más influyentes personalidades de la sociedad Argentina.

El Hipódromo de Palermo y una estupenda noche veraniega recibieron a las 700 personas quienes respetaron el dress code del evento –fascinators para las mujeres y black tie para los hombres- que desafía a los asistentes a buscar la mejor síntesis entre elegancia y audacia, mezcla de juego, glamour, enigma y seducción.

Flor Torrente paseó su sensacional sombrero “satélite”, diseño de Sol Pardo; Delfina Frers tropicalizó la soirée con un Panamá vintage; Agus Córdova impresionó con un tocado de plumas rojas ideado por Laura Noetinger; Sofía Zamolo con total look de Laurencio Adot; Julieta Kemble apostó por una corona papal; Dolores Barreiro se dejó llevar por la primavera y las flores; Roma Renom fue de las más modernas; una joven señorita irrumpió con una tiara plagada de lamparitas; Soledad Ainesa propuso un gigantesco moño lila en honor al Jacarandá; Paloma Cepeda y Mariana Arias se entregaron a la abstracción y el color; también estuvieron presentes las actrices Julieta Cardinali, Dolores Fonzi y Sabrina Garciarena.

Otros de los invitados que se llevaron muchas de las miradas fueron Toto Suar, Nacho Viale y Lucía Pedraza, Romina Lanaro y Federico Moyano, Concepcion Cochrane Blaquier, Laurita Laprida, Juan Minujín, Juan Sorini, Benjamín Alfonso, entre otros.

Iván de Pineda fue el encargado de conducir el evento y de contarles a los invitados que durante las dos primeras horas de la noche podían apostar con cupones de $1000 por cualquiera de los seis caballos: Baron Bertrand de Ladoucette, Renaud Poirier, Baron B Extra Brut, Baron B Brut Nature, Baron B Brut Rose y 1970, y que todo lo recaudado iba a ser total beneficio de la Fundación Germinare, una entidad que desde hace 15 años busca brindarle a los niños de bajos recursos la oportunidad de progresar a través de la educación, dándoles acceso a una mejor formación académica de largo plazo, enriqueciendo

La increíble velada se paralizó a la hora de la carrera de 1400 mts protagonizada por seis jinetes con sus casacas color verde, amarillo, rojo, celeste, negro y rosa que salieron disparados de las gateras para ser los grandes protagonistas de la 7ma edición del Prix de Baron B. La victoria fue para 1970, el número 5, que aventajó por ¾ de cuerpo al número 4 en un desenlace emocionante.

Como todos los años, se sorteó un Smart donado por Mercedes Benz Argentina entre todos los apostadores y esta vez la afortunada fue la encantadora Pilar Casares, quien en el acto donó el auto a la Fundación Germinare, sorprendiendo a todos los invitados. Gustavo Castagnino director de Relaciones Institucionales de Mercedes-Benz Argentina, Ramiro Otaño, Director General de Moët Hennessy Argentina y Pilar Casares, fueron quienes entregaron el auto a la emocionada Solange Coquet, Directora de Fundación Germinare.

Una de las grandes novedades de la impactante soirée fue la presentación en sociedad de la botella edición limitada de Baron B en homenaje al Prix. Se trata de la primera edición limitada de Baron B y consta de sólo mil botellas mágnum (de un litro y medio). Ideada por un orfebre, su imponente etiqueta de metal es una obra de arte que está terminada a mano y exhibe a dos fenomenales caballos que remiten a los grabados que llevaban los caballeros medievales en sus escudos.

Otro de los estrenos de la fabulosa celebración fue The Light Box, una enorme caja sorpresa en la que la fotógrafa Marité de Jesús, ataviada de negro de pies a cabeza recibió a distintas personalidades para filmar con ellos videos para las redes sociales. Por allí desfilaron y bailaron lúdicamente desde Iván de Pineda, hasta la monísima Dafne Cejas, pasando por el infaltable Nacho Viale, vestido esta vez con un traje blanco y de la mano de su novia Lucía Pedraza.


Pasadas las 23, todos se acercaron a la pista para moverse al ritmo de los DJs Chule Bernardo y Puli De María quienes sorprendieron con una variada música desde clásicos inmarchitables –Michael Jackson, Barry White, Raffaella Carrà…–, canciones en español remixadas hasta hits reggaetoneros que hicieron que la pista de baile, cuyo piso estaba íntegramente revestido en una chapa dorada, levantara temperatura con las estrellas y las selfies como testigos privilegiados.


Alrededor de las 2:30 de la madrugada la música se fue apagando demostrando una vez más por qué el Prix de Baron B es el evento más esperado del año. Cada vez que la fiesta va llegando a su fin, queda rebotando en el aire algo así como una promesa, la promesa de que el año próximo esta extraordinaria ceremonia se repita ya que con estas siete ediciones ya se convirtió en un clásico indiscutible de la sociedad porteña.



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