Cecilia Lamelas: entre el polo y los negocios



 
Por Mariana Boggione

Empresaria y deportista, nuestra destacada de la semana ha sabido continuar el legado familiar, trabajando desde hace años en la empresa que lleva su apellido, junto a su padre y su hermano. Pero su pasión no se queda en los negocios. Ama el polo, con el que compitió en San Pablo, Río de Janeiro y diversos puntos de nuestro país, recibiendo dos años consecutivos el premio a la mejor deportista de polo femenino del Foro Deportivo de Rosario. Presentamos así a Cecilia Lamelas.

¿Cómo iniciaste tu carrera en el mercado inmobiliario?
Nací en una familia dedicada al rubro inmobiliario, negocio en aquel entonces encabezado únicamente por mi padre, al cual luego nos incorporamos tanto mi hermano Sebastián como yo. De chicos solíamos dar paseos familiares visitando desarrollos, nuevos loteos, propiedades en general, y fuimos absorbiendo conocimiento de manera natural. Me recibí de ingeniera industrial a los 24 años, tres años antes de recibirme ya había comenzado a trabajar para la empresa que hoy es nuestra empresa familiar, en consecuencia también Corredora Inmobiliaria.
 
¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo?
Me apasiona agregar valor, generar y concretar negocios. Esto puede llevarse a cabo desde distintos rubros, yo personalmente lo realizo a través del rubro inmobiliario. Pensar en un terreno, estudiar cual podría ser el mejor destino según su ubicación y características, que según mercado sea el más realizable, estudiar su rentabilidad, de manera que se logre el producto óptimo para ese lote, analizando las variables financieras, económicas del momento, legales y contables… a esto lo llamamos desarrollar. Genera también mucha satisfacción poder aunar y lograr acuerdos entre partes, ser el nexo y en sí, la solución para ambos, aportando de esta forma a un fin social y formando parte de los proyectos inmobiliarios más emblemáticos de Rosario, colaborando con el desarrollo de nuestra ciudad.

¿Qué desafíos te presenta trabajar con la familia?
Todos los que trabajan con la familia saben que no es fácil, pero se puede. La extrema confianza es la gran ventaja necesaria y fundamental para llevar adelante cualquier negocio, pero a su vez, esta extrema confianza derivada de los afectos hace también que se desvirtúen algunas cuestiones con mayor facilidad, situaciones pueden aprenderse a controlar día a día y que con el correr de los años se van puliendo y organizando (lo puedo corroborar).

¿Cómo descubriste tu amor por el polo?
Larga historia… Desde muy chica, recuerdo que veía los sulkys pasar frente a una quinta que teníamos de fin de semana en La Ribera, ¡y quería yo también subirme ahí! Aprender a andar a caballo… luego me escapaba al club solo para ver los caballos, hasta que un día cuando tenía 8 años accedieron mis padres a que haga equitación de tanto que hinché… así empecé a saltar y llegué a ganar a los 15 años el Campeonato Argentino de Salto en Buenos Aires, en mi categoría. Fue mi mayor título y por el cual me dieron el premio a mejor deportista de equitación del club ese año. Luego al empezar la facultad dejé este deporte que es hermoso, pero lleva mucho tiempo y dedicación… y a los pocos años solo por hobby, decidimos con unas amigas aprender a jugar al polo únicamente para no perder el contacto con los caballos, y terminé nuevamente tomándolo en serio… compitiendo y yendo a jugar hasta Brasil, en San Pablo, Río de Janeiro y diversos puntos de nuestro país, y recibiendo dos años consecutivos el premio a la mejor deportista de polo femenino del Foro Deportivo de Rosario.

¿Cómo viviste tu participación en la competencia de polo en Bariloche este año?
Fue una experiencia muy linda, hacía tiempo que no jugaba al polo y este tipo de exhibiciones son ideales como para retomar de a poco. ¡Tengo que agradecerle a mi amiga Ann Rodger la invitación! Son eventos diferentes, están muy bien organizados y donde además de polo se genera un ambiente social, con mucha prensa, cocktails, entregas de premios, y suelen frecuentar algunas personalidades. Lo bueno de que sean en la nieve es que al menos los que jugamos, en pocos días podemos mezclar polo, con montaña y ski, con un grupo de amigas generado en el deporte. Fue realmente un escape por unos días que pude disfrutar muchísimo, además de estar contenta porque ganamos.

¿Cómo te comunicás con tu caballo?, ¿Cómo lo interpretás?
Cuando jugás una exhibición, como por ejemplo la de Bariloche, rara vez podés llevarte desde Rosario o Buenos Aires tus caballos, y generalmente solés usar caballos de otro, que residen en ese lugar y a estos los conocés literalmente en ese momento y pocos minutos antes de comenzar el chukker. Desde ya no es lo mismo que jugar con caballos propios, de los cuales ya conocés sus movimientos y formas de responder ante diversas situaciones. Pero teniendo mayor cuidado puede armarse un buen partido sin accidentes o disminuir el riesgo.

¿Qué objetivos tiene Cecilia Lamelas por delante?
Estamos en período de evaluación de dos desarrollos de gran envergadura en nuestra empresa, esperamos que estos análisis sean positivos y poder avanzar con uno o, por qué no, con ambos dentro del mediano o corto plazo. Seguir adelante con el área de comercialización de grandes desarrollos inmobiliarios y asesoramiento donde somos líderes. También estamos inaugurando a principios del 2015 nuestras nuevas oficinas de Puerto Norte con muy linda vista al río.

Si tuvieras que elegir una palabra para definirte, ¿cuál sería?, ¿por qué?
Luchadora, en el buen sentido de la palabra, en luchar por alcanzar lo que uno quiere, lo que a uno lo hace feliz. Leyendo un poco hacia atrás la nota, en estos 30 años he logrado muchas de las cosas que siempre quise, y quiero seguir cumpliendo algunos sueños y metas más que tengo pendientes aún.
¡En la vida no estamos solos! Le debo mucho a mi familia por apoyarme y acompañarme en la empresa día a día, amigas, equipo de Lamelas, clientes, que sin ellos la empresa no podría funcionar, y gente que la vida me puso delante de la cual aprendí muchísimo, y a los cuales espero también haber aportado.

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