Camila López: “Me motiva dar una esperanza”



 
Por Mariana Boggione

Nuestra destacada de hoy es Lic. en Kinesiología y Fisiatría, y esta tarde presentará junto a la Fundación Rosarina de Neuro-Rehabilitación (FRN) y la tecnológica rosarina Interactive Dynamics, una silla de ruedas comandada por actividad eléctrica del cerebro. En su labor como Coordinadora del Equipo de Neuro-rehabilitación en la FRN goza de “darles a las personas que reciben tratamiento un nuevo sentido, una esperanza, una posibilidad, y potenciar aquello que pueda mejorar su calidad de vida, hasta incluso darse el gusto de algo que se creía imposible. Mujeres Chic dialogó con Camila López, la protagonista femenina de este nuevo desarrollo al servicio de la salud, que sin dudas dará un nuevo sentido, una esperanza a sus pacientes.

¿En qué consiste el desarrollo que presentan esta tarde?
Hoy se llevará a cabo la presentación de un novedoso diseño tecnológico desarrollado de manera conjunta entre la Fundación Rosarina de Neuro-rehabilitación y la empresa Interactive Dynamics que impacta de manera beneficiosa en el área de la salud, más precisamente en el ámbito de la Rehabilitación Neurológica. Se trata de una silla de ruedas comandada por actividad eléctrica del cerebro. Esta silla tiene la particularidad de funcionar recibiendo señales que provienen de diferentes vías captadas por un casco inalámbrico. Tanto músculos como el cerebro emiten señales eléctricas cuando se activan o entran en funcionamiento. El casco es capaz de captar estas señales emitidas, además de informar movimientos de la cabeza, y enviarlas, mediante un software, a la silla de ruedas. Es así como una persona puede ser capaz de entrenar un número de comandos que serán destinados para dirigir hacia diferentes sitios la silla de ruedas. Esta silla traduce 5 comandos, adelante, atrás, giro derecho, giro izquierdo y detenida. De este modo, por ejemplo, adelante puede estar comandado por un pensamiento, detenida con el estado de tranquilidad mental, atrás con una acción muscular facial y hacia los lados con el giroscopio que capta los movimientos de la cabeza. Lo novedoso e interesante es poder entrenar al cerebro para generar un patrón específico de pensamiento que pueda efectuar un movimiento útil a un efector, en este caso la silla de ruedas.

¿Cuál fue tu participación en el proyecto?
Mi participación en este proyecto consistió en el entrenamiento de la silla de ruedas. Realicé investigaciones bibliográficas y posteriormente, la experiencia. Mi actividad consistió en entrenar los comandos para el uso de la silla de ruedas, tanto sea el pensamiento, como los movimientos de músculos faciales y de la cabeza. En primera instancia, el entrenamiento consistió en mover una imagen 3D, haciéndose más complejo, hasta llegar al paso previo del uso de la silla, comandar un auto virtual.

¿Qué estudios hiciste en Valencia, y en qué marco fuiste allá?
Valencia, fue parte de un recorrido que realice a fines del año 2012.
Madrid me abrió las puertas en octubre-noviembre de 2012 para poder realizar una experiencia profesional en un centro de rehabilitación neurológica. Gente muy amable y atenta me recibió para ofrecer todos sus conocimientos acerca de la Neuro-rehabilitación, materia con tanto contenido conceptual como humano. 31 días fueron los que estuve allí, enriqueciendo tanto mi labor profesional como personal. “Cuanto más experiencias de calidad recibo de mi entorno y de mi cuerpo, más aprendo de ello y mejor me relaciono con ambos”, refiere una Instructora Bobath al referirse sobre Integración sensorial. Es así como lo aplicamos a aquellos individuos que reciben nuestro tratamiento, y es así como lo aplicamos a nuestra vida cotidiana.
Dentro de mi pasantía por el viejo continente realicé dos cursos de formación, uno de ellos se corresponde con el II Simposio Internacional de Neuro-rehabilitación: de lo básico al futuro, donde se abordaron diferentes temáticas dentro del campo de las neurociencias y las tecnologías. Es allí donde profundice mi interés por el área de las neurotecnologías.

¿Qué es lo que te mueve día a día a trabajar con pacientes neurológicos?
Día a día, mi vocación, el amor por mi profesión, es lo que me mueve en el trabajo con personas que hayan padecido afecciones en su sistema neurológico. La satisfacción que genera una sonrisa ante una situación nueva, desafiante, motivadora, mejoradora en aquellas personas que por diversos motivos han dejado la “normalidad” de su vida es inmensa. Me estimula el aprender continuo, el ampliar horizontes, el cuerpo humano puede llegar a superar límites jamás pensados. Darles a las personas que reciben tratamiento un nuevo sentido, una esperanza, una posibilidad, potenciar aquello que pueda mejorar su calidad de vida, hasta incluso darse el gusto de algo “imposible”.

Como kinesióloga trabajás en la rehabilitación de estos pacientes... ¿qué opinás del debate rehabilitación vs. habilitación?
Una persona que recibe tratamiento en la Fundación se refiere a nosotros, Kinesiólogos del área de Neuro-rehabilitación, como “recicladores”. Término que me cautivó en primera medida, me hizo reflexionar largos días y me terminó convenciendo. De eso se trata, “re” habilitar al individuo con algún impedimento, volver a hacer que éste sea partícipe de sus tareas, de la sociedad, con aquellas cualidades que podemos “reciclar”, convertir esos elementos en utilizables, no como estaban antes, pero con el mismo objetivo en su fin.

¿Por qué es tan importante el abordaje interdisciplinario de estas enfermedades?
Como personas, seres bio-psico-social, la multidisciplinariedad pasa a ser fundamental en el abordaje del individuo desde todo punto de vista. La persona que posee daño neurológico se ve afectada desde diversos aspectos, desde diversas áreas. El cerebro es un órgano muy complejo, interviene en funciones vitales para la integridad. Es por ello que cuando surge una patología se pueden ver afectados numerosos sistemas, más allá del motor, que se corresponden con secuelas de diferentes índoles, sensitivas, visuales, auditivas, de brazos, de piernas, entre otras. Es por ello que el abordaje interdisciplinario se convierte en regla básica para el tratamiento de este tipo de afecciones.

Cada persona tiene sus tiempos, limitaciones y capacidades… ¿cuál es tu clave para alentar a los pacientes en su recuperación?
La confianza es la clave. Intento que todas las personas puedan reconocer sus virtudes, sus aspectos positivos, darle importancia a cada detalle, sin importar el tiempo que eso demande, pero si saber y estar seguros de donde se quiere ir. Recuerdo ir a 300 km en el AVE hacia Barcelona, si iba en bicicleta a 30 km llegaría igual, el paisaje es algo que uno debe saber disfrutar. Romper estructuras, generar nuevos esquemas, mover barreras, derrumbar límites. Los valores inculcados desde la pequeña vida marcan el camino, de eso depende el buen actuar, la buena fe.

¿Cuál es el próximo desafío de Camila?
Estoy en un momento particular de mi vida, mis desafíos surgen a diario. La vida da sorpresas, y creo que ese es mi gran desafío, dejar que la vida me sorprenda…

Si tuvieras que elegir una palabra para definirte, ¿cuál sería?, ¿por qué?
Recuerdo constantemente una anécdota que suele contar mi padre en eventos familiares cuando a mí se refiere, creo que es el fiel reflejo de lo que soy…
“Eras muy chiquita, querías ir en bici sin ruedas. Jamás te había sacado si quiera una de ellas. Insistías, insistías, insistías. Finalmente las retire, pensé en cuidarte si te caías. Saliste pedaleando, luego de un par de desequilibrios, de manera segura”… A.L.
Y así el desenlace hubiese sido otro, si me hubiera caído, la “perseverancia” me caracteriza. Creo en mis motivaciones, confío en mis acciones. No dudo que puedo equivocarme, lo hago. Pero primero intento.
Agradezco a mi familia por el apoyo incondicional y a la Fundación Rosarina de Neuro-rehabilitación por las constantes oportunidades.

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