Por Mariana Boggione
Líder, creativa y trabajadora nata. De raíces italianas,
nuestra destacada trae la cultura del esfuerzo en la sangre, y la plasma en sus
proyectos, conformando sólidos equipos con los cuales disfruta jornada tras
jornada. Comenzó su carrera como productora en 1983, y años más tardes fue
artífice de los contenidos de “Plan A”, y hoy de “El plan del mediodía”. Ha
sido merecedora de numerosos premios, entre los cuales se destaca la distinción
de FundTV, en reconocimiento por su aporte educativo en la televisión nacional.
De este modo Mujeres Chic entabla hoy un auténtico diálogo con Lidia
Sanfilippo.
¿Qué recordás de tu primera experiencia en estudio?
Cuando terminé el secundario
comencé a trabajar en la agencia de publicidad de Enrique Gallardo y su esposa Beba,
los padres de Fabián, quienes además de ser dos grandes personas, tenían un
gran prestigio profesional en los medios rosarinos como locutores y conductores
de TV. Pocos años después comencé a trabajar en Canal 3 como adscripta a la
gerencia comercial. Pero cuando nació Luisina, mi segunda hija, como ya me
había recibido y quise dedicarme a enseñar historia renuncié al Canal. Pero la
semilla de la tele ya había germinado en mí y en 1983 vuelvo al canal para
hacer mi primer programa de TV como productora de contenidos. Se llamaba
"Sin Título" y lo conducían Julio Orselli y Carlos Bermejo.
¿Cómo relacionás la pedagogía y la docencia, en las cuales también te
formaste, con el hacer televisión?
La relación es mucho más fuerte
de lo que se cree y más aún para quienes nos hemos formado en las Ciencias
Sociales. Además de Historia, muchos años después cursé la licenciatura en
Pedagogía Social con el firme propósito de aplicar esos contenidos a mi labor
como productora de Televisión. Los medios en general, pero particularmente la
televisión, por ser el más masivo de todos los medios, constituyen una fuente
de educación informal inagotable. Por eso, la responsabilidad del comunicador
es de una importancia superlativa, porque así como ayudar a formar, informar o
entretener, cuando se la usa incorrectamente se cae en la deformación y la
manipulación. Si bien el público, a través del control remoto, puede decidir lo
que ve, la línea que separa la decisión a la imposición, a veces, no es muy
clara. Las voces e imágenes que la televisión transmite se cuelan en el hogar
sin pedir permiso, que de algún modo serán absorbidos por los que están del
otro lado de la pantalla.
Hace años compartís tus jornadas en la producción, primero en Plan A, y
ahora en Plan del Mediodía, ¿qué valor le atribuís al trabajo en equipo en una
tarea como la tuya?
El trabajo en equipo es clave en
casi todos trabajos. Particularmente para nosotros adquiere un valor singular.
Además de la discusión de los contenidos, el hecho creativo que el trabajo en
televisión implica, se potencia en el intercambio de ideas, aportes y críticas
por parte de todos los integrantes del equipo. No obstante, para que el mismo
no se vuelva caótico, en todo grupo de trabajo, siempre es necesaria la
presencia de un líder, es quien hilvana los aportes individuales y los
convierte en un todo.
¿Cómo vivís el reciente giro del programa y la necesidad de
reinventarse de acuerdo a las necesidades del mercado?
No, el programa no ha hecho
ningún giro. "El Plan del Mediodía es un programa nuevo, que solo tiene en
común con "Plan A" dos de sus conductores.
Plan A sigue intacto y cuando
encuentre un horario adecuado a su formato, volverá a estar en el aire
nuevamente con los tradicionales debates que le dieron sentido.
Los contenidos de
"EPDM", fueron pensados acorde a las necesidades de un público
específico, que es el que se encuentra en su hogar de 11 a 12 horas. Por tal
razón, pensando en un amplio porcentaje de público femenino, hemos perfilado
los temas en ese sentido y encarado el desafío de hacer algo que nunca se había
hecho en la televisión rosarina, cocinar en tiempo real con una amplia cocina
montada en el estudio para tal fin.
¿Cómo eligen el tema a tratar cada día?
En realidad, este programa tiene
una estructura autónoma, cocina, información, juegos, sorteos, panelistas fijos
y rotativos e invitados que responden a temáticas de la vida cotidiana. También
nos visitan personajes, artistas y hacedores, que por su labor o trayectoria
concitan el interés de la gente. En todos los casos, la idea básica que debe
primar es la del mensaje positivo, que hace del programa una agradable compañía
para la gente que nos sigue de sus hogares.
A lo largo de tu carrera recibiste numerosos premios, entre ellos, el
Martín Fierro ¿qué significó para vos ese reconocimiento?
Los reconocimientos los tomo como
una fuerza motriz que nos alienta a seguir caminando. Los premios son muchos
porque también muchos son los años de trabajo. Pero de tantísimos que hemos
recibido, más que el Martín Fierro, tengo tres a lo largo de mi carrera, los
que más me gratifican son los premios FundTV, recibidos también en varias
ocasiones. Esta distinción anual que reconoce a nivel nacional, en todos los
rubros, a los programas de Televisión por su aporte educativo es la que más me
enorgullece. Y como de eso se trata mi trabajo, los valoro más que a ninguno.
¿Cuál pensás que es el aporte especial que hace la mujer al mundo de la
televisión?
No pretendo involucrarme en
cuestiones de género. La defensa por los derechos de las mujeres, que adhiero
definitivamente, pasa por otro lado. En ese sentido, si bien todavía falta,
muchos son los logros obtenidos.
En cuanto a tu pregunta, tengo
una visión contradictoria, por un lado aún se las utiliza como un instrumento
decorativo y peor aún, se las expone a un exhibicionismo superficial que las
degrada en su condición. Pero, por otro lado, en su rol profesional y
responsable las mujeres que trabajamos en televisión, delante o detrás de la
pantalla, que además trabajamos en casa y criamos hijos, tenemos una
sensibilidad especial para interpretar las demandas de la gente. Creo que a la
hora de transmitir un mensaje, nos resulta más fácil enfocarnos para dar
respuesta a las necesidades cotidianas.
Soy hija de inmigrantes
italianos, la cultura por el trabajo la mamé. Sólo concibo la vida si la
encaramos como un desafío inacabado. Todo lo hago con pasión, me gusta reír
cuando estoy alegre y llorar cuando estoy triste. Los logros en la vida son tan
importantes como los fracasos, afortunadamente están encadenados entre sí. ¡Si
fuese capaz de definirme con una palabra dejaría de hacer terapia!
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