Por la Psic. Adriana Batista
Existe
un acuerdo generalizado respecto a que el tratamiento de los cuadros
emocionales o psicológicos es lento, trabajoso y doloroso; que se requiere
mucho tiempo, años para obtener mejoría o curación.
Desde
1993, en Argentina, se han desarrollado técnicas de alta eficacia, que producen
rápidos y duraderos resultados terapéuticos, con frecuencia en corto tiempo.
Estas
técnicas no se basan solamente en los contenidos de las ideas, sino en la neurofisiología
existente cuando la persona piensa en dichos contenidos. Con un abordaje
diferente se obtiene una modificación en la respuesta neurofisiológica,
cambiando los tipos de pensamientos y emociones, produciendo a su vez, cambios
en la conducta.
Con
las terapias de avanzada, se da la posibilidad de desensibilizar traumas en
forma rápida, posibilitando abreviar la duración y el costo de los tratamientos
de manera considerable.
Con
frecuencia se da en los pacientes el fenómeno de incredulidad ante la terapia;
no pueden creer que una fobia de años de duración haya desaparecido en pocas sesiones.
Dentro de las psicoterapias
de avanzada tenemos:
Grupo
1: Técnicas de Integración Cerebral
·EMDR:
Desensibilización y Reprocesamiento por el Movimiento Ocular. Francine Shapiro,
1987.
·Técnica de los anteojos:
Frederick Schiffer, 1998, USA – Solvey y Solvey, 2000, Argentina.
·Técnica de un ojo por vez:
Andrey Cook y Richard Bradshow, 2000, Canadá.
Grupo
2:
·TFT:
Terapia del Campo del Pensamiento. Roger Callahan, 1994, USA.
·EFT:
Técnica de Liberación Emocional. Gary Craig, 1995, USA.
·TAT:
Tapas Fleming, 1993, USA.
·TREE:
Técnicas de Reactivación Energético Emocional. Sumitra Geraiges y Raquel
Ferrazano de Solvey, 2002, Argentina.
Grupo
3: Brain Gym, Paul Dennison, 1987, USA.
Dentro
del grupo 1, la EMDR consiste en la estimulación sensorial bilateral, en forma
alternada, por medio de movimientos oculares, sonidos o golpeteo en la palma de
las manos, mientras el sujeto piensa en la escena negativa. Este estímulo
produce un intercambio de información entre ambos hemisferios cerebrales a
través del cuerpo calloso.
Como
resultado de la aplicación de esta técnica, se produce la desensibilización de
las emociones negativas e inadecuadas y una reestructuración cognitiva, que
permite al individuo encontrar nuevas soluciones funcionales, resolviendo el
paciente sus síntomas, y permitiendo de esta manera su crecimiento emocional.
Actualmente,
se han realizado en todo el mundo estudios (neuroimágenes), antes y después de
la aplicación de esta técnica, observando cómo se modifica el cerebro, cómo se
activan zonas que antes estaban bloqueadas por el trauma, aumentando la
comunicación interhemisférica.
Este
es un método de elección para el estrés
postraumático (asaltos, accidentes, pérdidas de seres queridos, violencia
doméstica, violación, abuso sexual, catástrofes, estrés por guerras, etc.), fobias y trastornos de ansiedad, como
lo son todas las TERAPIAS DE AVANZADA.
Lo
que se obtiene con el EMDR, así como con las otras TECNICAS DE INTEGRACION CEREBRAL, es poner en marcha un
sistema de autocuración y de reprocesamiento de la información, propio del
Sistema Nervioso Central.
Si
un hemisferio cerebral (el dominante) almacena los recursos, los sentimientos y
las creencias positivas, el otro (el no dominante) reúne los traumas, los
sentimientos y las creencias negativas. Al activar los hemisferios alternada y
secuencialmente, con las Terapias de Avanzada, se produciría un intercambio de
información (la de cada hemisferio en particular) a través del cuerpo calloso. De
esta manera se van cotejando y ligando las emociones y creencias negativas del hemisferio derecho, con las soluciones o recursos que el paciente posee en el hemisferio izquierdo, hasta lograr una
integración de ambas lecturas o hemisferios. Esto trae, como consecuencia, la
modificación de cogniciones y sentimientos negativos, lográndose una manera más
realista y adaptativa de percibir la realidad.
Cuando
esta comunicación interhemisférica se bloquea total o parcialmente, bajo
estrés, por shock o incredulidad (no puedo creer que me pasó esto a mi), o por
sobrecarga del sistema, los hemisferios pierden su capacidad de comunicación y
adaptación y como consecuencia aparece la patología en forma de síntomas.
Existe
una convergencia entre las técnicas de
integración cerebral y las técnicas
de energía. De estas relaciones entre meridianos y hemisferios, deducimos
que el flujo libre y fuerte de energía a través de los meridianos se contribuye
con el equilibrio coordinado de ambos hemisferios, para que cada actividad
tenga su estimulo adecuado y se llegue a una armonía de funciones.
Bajo
estrés, se produce una alteración en este flujo energético por los meridianos, pues
hay una correspondencia directa entre éstos, las emociones y los órganos. Al
perturbarse ese flujo de energía por los meridianos, los hemisferios entonces
se salen de sincronía y uno de ellos se sobreactiva. Esta sobreactivación
provoca que los meridianos que están bajo el control del hemisferio pertinente
se vean a su vez afectados, y esto compromete a las funciones que están bajo su
comando, provocando entonces mas estrés y perpetuando un circuito de
retroalimentación entre ambos sistemas, el hemisferio y los meridianos.
Con
las TERAPIAS DE AVANZADA entramos en un terreno hasta ahora desconocido,
consistente en un paradigma novedoso, a través del cual encontramos una manera
de modificar la conducta y la vida emocional, tanto en niños, adolescentes y
adultos, basándonos en la neurofisiología, y con el objetivo de mejorar su
calidad de vida.
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