Tentaciones de Mumus


Una variada carta de platos, barra de tragos, sala vip, la intimidad de una cava y hasta un buen kinder se conjugan en un solo lugar de ambientación moderna, con capacidad para unos 180 cubiertos, en la esquina de Ituzaingó y Mitre.
La ciudad está agitada, es martes al mediodía. La cita es en Mumus, restó que abrió hace seis meses en Ituzaingó y Mitre. Las mesitas en la vereda indican que llegué al lugar. La luz entra a raudales inundando un ambiente tranquilo, agradable y acogedor. Al ingresar, lo primero que veo es una gran barra con baquetas blancas y mesitas. A los costados, boxes con gente tomando un café o esperando su almuerzo. Algunos concentrados con sus notebooks, otros charlando. Sobre la ochava, más mesas de tono marrón intenso, con mullidos asientos. Los colores invaden las retinas, cuadros estratégicamente colocados, casi como guardas, suman un toque moderno al ya contemporáneo estilo de la barra, hecha de acero y acrílico. Espero unos momentos por Fabián Campagna, el propietario del local, para comenzar nuestro recorrido por el restaurante y su historia.

Cuando uno escucha el nombre Mumus, comienza a indagar sobre la particularidad de la propuesta y se puede confirmar ni bien se entra: muchas cosas en un solo lugar.
Según mi anfitrión, la clave de un buen servicio gastronómico es la amplitud horaria, entre otras cosas, y eso se logra con diversidad. Por ello, Mumus cuenta con un bar, la barra, un sector Vip, una cava y el no menos importante kinder.
El kinder es un punto a destacar, al entrar uno se da cuenta de que los niños se sentirán muy a gusto. Cuenta con pantalla gigante, computadoras conectadas a Internet y Play Station. Todo en un ambiente colorido y agradable para chicos de 2 a 12, que, además del espacio, pueden disfrutar de la caja Mumito, con 3 variedades de menú y una sorpresa.

Desde la cocina

El corazón de un restaurante es la cocina, y la de Mumus sería la envidia de muchos, no sólo por sus dimensiones y equipos, sino por la pulcritud y el buen ambiente que se respira en ella. El chef encargado, Nicolás Cantero, nos recibe con una sonrisa, dispuesto a contarnos sus recomendaciones ¿Su plato predilecto? Entrecot ahumado en vegetales al wok, acompañado de bastones de mozzarella y papas rusty ($70). Otra opción es el Salmón rosado con salsa de limón sobre hojas verdes, acompañado de choclo y papas al horno ($80). Y para los amantes de las pastas, una versión muy original es la Fondue del chef con mix de pastas crocantes (para 2 personas, $120). En cuanto a entradas, se puede optar por un clásico como el Vitel Toné ($28). Y de la larga lista de postres, resalta la Copa Mumus, que tiene helado, fruta, praliné de almendras y tuil ($30). Estas son sólo algunas propuestas, la carta es variada y tiene al menos cinco opciones de cada una de las carnes y pescados y una variedad similar en pastas. Nicolás trabajó en México e Italia y tiene cierta afinidad con la cocina oriental, por lo que ciertos platos tienen su raíz en esa fusión. Y también, a pedido del propietario, Fabián, los clásicos están presentes, aunque con un toque moderno. Las pastas son caseras y los platos, abundantes.

Del bar a la cava

La carta del bar tiene gran diversidad en comida rápida, sandwiches, picadas y tapeo. También hay diversas opciones en cafetería. Las propuestas para la mañana son café con leche con dos medialunas y exprimido de naranja ($12) y una opción light que incluye café con leche con tostadas de pan integral, queso untable y exprimido de naranja a ($18). El local cuenta con menú ejecutivo ($30, sin bebida) que incluye postre y dos menús diferentes para elegir.
Con respecto a la barra, muchos se sentirán tentados a tomar algún trago de la gran variedad que ofrece la carta, como por ejemplo, el Charlie Chuk, que tiene sake, lima frutilla y canela ($32). También se puede comenzar a transitar el insoldable camino de las maltas y whiskies, o simplemente degustar alguno de los licores del mundo.
Sólo bajando algunos escalones nos encontramos con un universo aparte: la cava. Un espacio íntimo, apto para ocho personas, en el que se pueden encontrar etiquetas de Salta, San Juan, Mendoza, vinos patagónicos y de autor. Además de vinos de otros países como Francia, España, Portugal, Italia y Nueva Zelanda, entre otros. Para agregar a la larga lista se suman alrededor de 36 espumante diferentes. La cava es un templo para los enófilos y ésta en particular cuenta con detalles que suman: tiene una pantalla, acceso telefónico a la cocina y mucha intimidad.
Me imagino a un grupo de amigos festejando un cumpleaños o porqué no, una reunión de negocios distendida en la cava. Me imagino a una familia joven con sus chicos cenando. Me imagino un grupo de señoras tomando el té o amigos en la barra degustando tragos. Me imagino a una pareja celebrando un aniversario… Todos tienen lugar en Mumus, es versátil, innovador y suma una personalidad más que interesante para la oferta gastronómica de la ciudad.

Datos - Mumus Restó & Café(0341) 423 0040
reservas@mumus.com.ar Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
www.mumus.com.ar
Horarios: lunes a jueves de 8 a 01. Viernes y sábados
de 8 a 2 y domingos de  8 a 16.

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