* * * Prevención, la mejor salud * * *






Al referirnos a salud y enfermedad, lo hacemos desde una óptica alopática. Cuando nos referimos desde la Medicina Tradicional China, el término enfermedad no existe.

Uno de los axiomas principales es que la enfermedad como tal, no existe, solo existen personas enfermas, y un síntoma es la manifestación anatomo –fisiológica del cuerpo en su búsqueda de un estado armónico. El cuerpo siempre busca estar armónico y los síntomas son la manera de expresar un estado de desarmonía y la manera de autorecuperarse (una fiebre es la respuesta natural del cuerpo para expulsar un agente externo que produce daño, un virus).

El sistema de la Medicina China, se expresa en la regulación de un sistema energético holístico del cuerpo humano, porque cada vez que observamos un síntoma, previamente hubo siempre un desequilibrio energético que desencadenó la reacción físico química.

Este sistema energético es alimentado de principalmente tres fuentes energéticas.


1) La energía ancestral, la genética. Es aquella que nuestros padres aportaron al momento de concebirnos.
2) La energía de los alimentos ingeridos.
3) La energía de la respiración.

El alimento en el estómago recibe la primer depuración, de la cual, la parte mas sutil sube hacia los pulmones para juntarse con la energía de la respiración y producir en esa unión lo que se llama energía Rong, que es la energía que circula por los meridianos de acupuntura y la responsable de que el ser humano sea un ente energético y se relacione con el medio. Porque el ser humano se relaciona con su medio a través del intercambio y la metabolización de energías.

La energía de la respiración es aquella que obtenemos al inhalar. Cuando lo hacemos, no solo ingerimos oxígeno, sino también energía. La energía ancestral o genética, es un cuantum energético que no se puede aumentar. Sí podemos evitar el desgaste innecesario. Un desgaste innecesario es producto de una mala alimentación o una incorrecta forma de respirar. Entonces lo que hace el sistema es tomar energía genética para mantener el funcionamiento armónico de todo el sistema. El problema aquí, donde ya se dispone de debates morales y filosóficos, es qué uso quiere darle uno mismo a esa energía, dado que una vez que se acaba, lo que deviene es el fallecimiento.

Por esto, es el énfasis en que una alimentación sana, ejercicios físicos y respiratorios nos aportan la calidad y cantidad suficientes para minimizar el uso de la energía genética. El ejercicio físico provee la articulación de la energía circulante y permite al cuerpo mejorar la circulación de la sangre, la eliminación de toxinas y descontracturar tensiones musculares propias del estrés y el sedentarismo.

Una vida sana es propia de estos tres factores fundamentales: respiración, nutrición sana y ejercicios físicos orientados a la salud. Estos mismos factores son la verdadera prevención para mantenerse sano. Los estudios de rutina no son prevenciones, son controles invasivos.

El estado mental que puede desencadenar una patología tanto mental como física, también se previene con respiración, nutrición sana y actividad física guiada a la salud (Yoga y Tai Chi entre otras). Los alimentos que tienen alto contenido de grasas, alcohol, conservantes, colorantes, aromatizantes, etc. producen un shock tóxico en el organismo, reduciendo la capacidad de eliminación de toxinas, sobre todo en el hígado, afectando el buen juicio y la paciencia.

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