La adolescencia y el verano



Por Lic. María Beatriz Müller y Lic. David Mazzitelli, 
para Salud Activa, Asociación Civil sin fines de lucro

La adolescencia es una etapa de la vida en la que tienen lugar una importante cantidad de cambios físicos y psicológicos. Entre éstos últimos, la relación con los padres, -tal como se dio durante la infancia-, se va modificando y los adolescentes comienzan a explorar espacios que van más allá de lo familiar, lo que constituye todo un desafío tanto para ellos como para los padres, quienes se ven en la encrucijada de permitir o no diferentes tipos de salidas, horarios y amistades.

Así, la época de las “vacaciones en familia” puede convertirse en un verdadero drama. Los chicos/as ya no quieren salir con sus padres o ponen condiciones, como por ejemplo, llevar a un amigo/a, etc. Es importante tener en cuenta que el crecimiento no se detiene en la temporada estival. No hay por qué creer que ese jovencito/a que los puso en jaque durante el año volverá a convertirse en el niño con quien unos años atrás hacían castillos de arena. No.

El trabajo del adolescente por construir un espacio por fuera de la familia, por crear una personalidad singular, y por resolver las encrucijadas del crecimiento psicofísico sigue a toda máquina. En el verano, la distensión respecto de las responsabilidades escolares, las salidas con nuevos amigos, la distancia con los padres, etc., pueden favorecer los excesos.

Pero no hay una única manera de transitar la adolescencia. Estarán quienes viven el verano entre excesos de alcohol y desenfrenos, aquellos que se animan a la experiencia del primer amor, o quienes optan por el grupo de amigos con quien compartir un viaje largamente planeado, lejos de la familia y de las ataduras cotidianas. 

En este sentido, es importante que los padres puedan encontrar nuevamente un equilibrio entre qué permitir y qué no, sabiendo que pueden ser importantes referentes para sus hijos (aunque éstos no se lo puedan reconocer ahora), y siempre cuidando no convertirse en figuras persecutorias que terminen dificultando la salida exogámica de sus hijos.

En el verano, también es importante recordar que los padres también fueron adolescentes, trasladando ese recuerdo a los tiempos que nos toca vivir. Esto ayudará a comprender y a convivir mejor con los adolescentes en casa.

Podés comunicarte con las terapeutas escribiéndoles ainfo@saludactiva.org.ar

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