Eileen Schmidt: "Cuido más mi mente que mi cuerpo"

Hoy cerramos la semana de la mano de la mejor pastelera de la ciudad. En este espacio de "charlas de viernes", nos acompaña Eileen Schmidt. Un verdadero placer... 

De pequeña te imaginabas siendo...
"Primero quería ser astronauta, ¡era muy chica!, pero cuando me enteré que los astronautas debían seguir una dieta estricta y en viaje sólo se alimentaban de pre elaborados y no podían cocinar lo que querían, lo descarté completamente. Si no podía disfrutar de la comida, ¡no era mi profesión!"

En tu caso, la pastelería deviene de una tradición familiar... ¿cuándo surgió la idea de convertir esa pasión en una empresa?
"La pastelería en mi familia siempre se disfrutó muchísimo. Para mí era algo así como un hobby, que me servía para canalizar la ansiedad de los exámenes cuando estudiaba abogacía. Pero en un momento me di cuenta de que la pastelería era mi vocación y le puse toda la carga a capacitarme para poder hacerlo profesionalmente. Una vez recibida, buscaba algo innovador para destacarme, no sólo por el producto, sino también por llegar a la gente de otra manera. Ahí nace la idea del sitio web, que en el año 2002, cuando lo lanzamos, era algo totalmente innovador: nadie antes había utilizado esa herramienta tecnológica en el rubro, no sólo para ver el producto sino también para comprar on-line. Recuerdo cuando lanzamos el sitio, 20 minutos después llegó el primer pedido, ¡lloraba de la emoción!"

¿Qué significa para vos cocinar? ¿Qué es lo que transmitís a través de tus creaciones gastronómicas?
"Hay dos cosas. Por un lado, el significado primario de alimentar lo vivo como un acto de amor y entrega. Por otro lado, no sólo brindar el alimento, sino que ese acto resulte placentero, que quien recibe disfrute el momento. Cuando creo un producto, lo elaboro por primera vez y lo pruebo, me pongo en la piel del otro, trato de llevarle sensaciones agradables y para que vivencie plenamente lo que quiero transmitir".

¿Qué fusión de etnias se pueden encontrar en tus platos?
"La sangra tira, así que sigo mucho la tradición alemana e irlandesa. También me gusta jugar con la pastelería francesa, pero te diría que en general  lo centroeuropeo es lo que más desarrollo".

¿En qué se diferencia tu cocina de otras?
"Nuestra pastelería rescata los sabores tradicionales, respetando los ingredientes y la cultura gastronómica de cada pueblo. Elegimos materia prima noble y de alta calidad, no utilizamos pre mezclas y preservamos los métodos y técnicas de elaboración originales que le dan vida a cada receta".

¿Cuál considerás que es tu "masterpiece"?
"La empresa, por haber comenzado sólo con la gran pasión que siento por lo que hago y haber abierto un camino".

En el ámbito profesional, ¿quiénes son tus referentes?
"Hay excelentes pasteleros a los que admiro, pero hay 2 que marcaron mi vida profesional desde el inicio. Osvaldo Gross, por su técnica y profesionalismo y la Hermana Bernarda por su sencillez, simpleza y humildad".

¿Cuáles son tus próximos desafíos?
"Uy, ¡muchísimos! Profesionalmente espero ser capaz de seguir conduciendo la empresa hacia una mejora continua. Personalmente, aprender a respetar mis propios tiempos".

Cuidás la salud de los otros a través de tu línea de postres sin azúcar. ¿Cómo preservás la tuya? ¿Qué tiempo le dedicás a tu cuerpo? ¿Seguís algunas rutinas de belleza?
"Mmmm… soy un desastre, ¡no hago todo lo que debería! Consumo muchas frutas, verduras y agua. Trato de salir a caminar al parque, disfruto el contacto con la naturaleza. La verdad es que cuido más mi mente que mi cuerpo, voy a terapia desde hace varios años y hago jardinería, que es otra de mis grandes pasiones".

¿Cómo compatibilizás la familia con el trabajo?
"Gracias a Dios tengo una familia que me apoya y sostiene todos los días, comprende mi trabajo y me alienta a seguir adelante".

¿Cómo te autodefinís?
"Soy bastante obsesiva, responsable, perfeccionista y curiosa por aprender cosas nuevas".

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