50 años de Chandon en Argentina



La cita fue a las 9 de la noche. El lugar: la impactante Residencia de Francia en Acassuso. El motivo: la celebración de los 50 años de Chandon en Argentina. De riguroso black tie, los 1.000 invitados a la gala no se quisieron perder lo que prometía ser la fiesta del año, inspirada en la corte de Luis XIV.

El arribo a la fiesta fue de una coordinación milimétrica: al llegar, se ofreció un servicio de valet parking en el Jockey Club de San Isidro, que aguardaba a los invitados con una copa de Chandon y un cuarteto de cuerdas, para luego trasladarse en vans (que salían cada tres minutos) hacia la residencia, en un viaje que no demoraba más de 10 minutos. Allí comenzó un viaje en el tiempo. Damas y caballeros dieron vida a los cortesanos del Rey Sol y, acompañados de dos solistas en flauta y violín, recibieron a los exclusivos invitados de Chandon.

El embajador de Francia abrió las puertas de la residencia. Un pequeño recorrido permitía ver la magnificencia de su arquitectura francesa. Cada uno de los invitados fueron recibidos y saludados por el propio embajador, Jean-Pierre Asvazadourian, y Ramiro Otaño, Director General de Chandon en Argentina, en uno de los salones principales de la casa, que oficiaba de ingreso hacia la imponente sala de baile armada sobre los extensos jardines de la residencia.
La impecable ambientación a cargo del arquitecto Javier Iturrioz recreó a la perfección el espíritu de la corte francesa. Candelabros, jardines parquisados y chaise-longues invitaban a disfrutar de ese lugar único. La recorrida por el espacio de 1500 m2 era en sí mismo una aventura, recorriendo rincones que simulaban a un palacio francés.


A las doce en punto la música bajó su volumen para dar inicio al gran show musical. Veinte bailarines del teatro Colón y del teatro San Martín, vestidos con trajes de la época, se abrieron paso entre los invitados al paso del minué, para luego subir al escenario y terminar en un recorrido musical en el tiempo con música electrónica al estilo video clip. Fueron ocho minutos a puro baile, que contagiaron a los invitados, que no se resistieron a la invitación de los bailarines para sumarse a la pista. Así, hombres y mujeres vestidos con trajes de época bailaron con los invitados vestidos de gala, sobre el dance floor, dando inicio la fiesta que duró hasta las tres de la madrugada.


Leo Sbaraglia y su mujer, la artista plástica Lupe Marín, Araceli González, Esmeralda Mitre, Iván de Pineda, Analia Mairona, Dolores Barreiro, Maru Botana, Lara Bernasconi, Lisandro Arbizu, Nacho Viale, Martín Seefeld, Karina Rabolini, Flavia Palmiero, Karina Mazzocco, Laurencio Adot, Carlos Di Domenico, Pancho Dotto, Luz Cipriota, Marina Achaval, Ricardo Piñeyro, Clarisa Lifsic y Conrado Estol, Vicky Fariña y Pappo Roca, Rogelio Polesello, Martin Barrantes y los hermanos Pieres, fueron sólo algunos de los invitados que debutaron en la pista, acompañados siempre con una copa de Chandon. La música a cargo del dj Martín Bernardo de Sarapura le puso ritmo al dance, mientras pantallas gigantes sincronizadas vestían el gran salón. Nadie quiso quedarse afuera de la pista.

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