Un día, Rocío y Lucas se toparon con la llamada “basura silenciosa” y la reacción fue inmediata. En seguida se preguntaron qué podían hacer con todo ese material, y conjugando sentido común, ganas de emprender y diseñar, nació Greca.
Esta empresa diseña objetos y accesorios (collares, pulseras, anillos, relojes, artículos de iluminación), a partir de los desechos de una fábrica de botones. Cada pieza es única y artesanal. No piensan en función de temporadas y colecciones, ya que no comparten el hábito de comprar y tirar, por eso, Greca sueña con objetos atemporales que trasciendan las modas y el amor por los mismos.Hoy, su objetivo es concientizar sobre el problema ambiental y reducir el impacto ambiental, contagiando su filosofía a clientes y amigos. Así, desarrollan productos sustentables a medida, utilizando la molienda de los botones descartados, la resina sobrante de la producción industrial y la resina nueva con el mayor porcentaje de PET. La idea es demostrar el valor de lo que la sociedad está acostumbrada a tirar. El comercio justo y el consumo responsable son ejes fundamentales de este proyecto.
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