Acorde a las referencias de este trabajo, las propiedades benéficas para la salud que posee esta fruta se deben a la combinación de sustancias como los flavonoides y polifenoles. Éstas neutralizan los radicales libres, evitando los daños que provocan sobre el organismo.
Los radicales libres aumentan las acciones poco favorables del colesterol “malo” (LDL), que provoca aterosclerosis al depositarse en las paredes de las arterias. Por esta razón, las manzanas están especialmente recomendadas en dietas para la prevención del riesgo cardiovascular y el cáncer.
Probablemente su efecto más antiguo y conocido es el que ejerce como reguladora intestinal. Cruda y con piel es útil para tratar la constipación, ya que las fibras estimulan la actividad intestinal. Pero además, como es rica en pectina (fibra soluble) tiene la capacidad de retener agua, y por este motivo es útil también en las diarreas.
Otros datos que arroja la investigación publicada hacen foco sobre la importancia de los fitoquímicos en la salud humana ya que algunos de éstos son antialérgicos, antiinflamatorios, antivirales o anti proliferadores. Además, los especialistas han detectado que comer 100 gramos de manzana fresca con piel proporciona una actividad antioxidante equivalente a 1.500 mg. de vitamina C.
La historia de esta fruta parece estar cambiando. Quizás, no se la podrá seguir considerando como la fruta prohibida.
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