La psicoterapia como integración mente, cuerpo y espíritu.


Por la Psic. Adriana Batista

“La materia es irrelevante, y el campo energético lo es todo”
Albert Einstein

Dentro de las terapias de avanzada se encuentran las terapias de energía.
Es importante analizar la interacción energética que existe entre el ser humano y el universo que lo rodea.
Ya lo afirmó el Ayurveda hace 4000 años:
“Como el cuerpo humano, así es el cuerpo cósmico”.
“Como es la mente humana, así es la mente cósmica”.
“Como es el microcosmos, así es el macrocosmos”.
“Como es el átomo, así es el universo”.
Así como la física cuántica aportó el principio de incertidumbre en el conocimiento de todas las ciencias llamadas exactas, las terapias de energía debieron aceptar ese mismo principio y aunar esfuerzos para encontrar la piedra filosofal de la curación, cuyo denominador común que subyace a toda sanación exitosa es el AMOR (recurso indispensable para producir el cambio).
El corazón es el órgano que siempre se lo ha asociado como expresión del AMOR, es el motor de las emociones. Este órgano envía al cerebro una señal eléctrica y produce los campos electromagnéticos más intensos de nuestro organismo. Bajo la acción de esta señal, el cerebro envía mensajes al sistema límbico-hipotalámico, y este genera moléculas mensajeras, las que a través de la hipófisis, modifican la actividad de los sistemas endocrino e inmunológico, y desde ellos todas las funciones celulares.
El campo electromagnético generado por el corazón es tan intenso que se extiende más allá del cuerpo físico y afecta a otros seres en derredor. Los sentimientos alojados en el corazón, cuando son negativos, pueden ser reprogramados y modificados con ejercicios terapéuticos adecuados.
Los biofotones son las unidades luminosas mensurables más pequeñas que existen y la forma bajo la cual las moléculas almacenan y emiten la información en forma de luz. Junto con los electrones, los biofotones son los portadores de esa relevante bioinformación encargada de controlar complejos procesos vitales. Poseen un alto potencial de regulación y estructuración, gracias al cual se aumentan las vibraciones del organismo, elevando su nivel. Se almacenan en el ADN y en otras moléculas del cuerpo e informan en cada instante con pulsos coherentes y armónicos, a todos los sistemas, sobre su estado y sobre los mecanismos de equilibrio que necesitan poner en marcha para mantenerse saludables.
Un investigador japonés, el doctor Inaba, encontró que células estresadas liberaban más fotones que las sanas.
Existe un múltiple y rico sistema de comunicación intra y extra celular. El medio por el cual esta comunicación se produce incluye moléculas generadoras de sonido, luz y energía eléctrica.
La acumulación de traumas físicos y/o emocionales perturba las interconexiones y comunicaciones realizadas por los biofotones almacenados en el ADN. Cuando esto ocurre, las defensas del cuerpo y los sistemas de reparación se ven dañados y la enfermedad aparece (al ser bloqueada la información).
Las terapias de avanzada se basan en la detección, acceso y cambio de la información disfuncional a funcional, en forma breve y eficiente. Producen cambios a nivel del cuerpo físico, mental, emocional como también a nivel de la memoria celular (fotones y fonomes) organizándolos y dirigiéndolos para corregir su disfunción y lograr la salud de todo el organismo.
Cuando nos referimos a cuerpo cósmico, mente cósmica y macrocosmos, la idea de una “Fuente de Energía Universal”, a la que los creyentes llamamos “Dios”, se nos aparece. En la psicoterapia tratamos de reconectar al paciente (respetando su libre albedrío) a esa fuente inagotable de energía. Teniendo en cuenta al individuo como una unidad compuesta por emociones, mente, cuerpo y espíritu, las terapias centradas en la energía tienen por objetivo modificar y equilibrar los cuatro cuerpos que conforman las envolturas del alma:
·         El cuerpo físico
·         El cuerpo emocional
·         El cuerpo mental
·    El cuerpo etérico o de la memoria, que contiene el recuerdo de todas las vidas pasadas.
En física, vibración es la velocidad a la cual algo gira u oscila. A un nivel espiritual, la vibración es también el rango de giro de los electrones en su movimiento alrededor del núcleo del átomo.
La psicoterapia cambia la vibración de los diferentes campos que constituyen al ser humano, llega y modifica hasta donde el paciente lo permite. De esta manera logra un crecimiento integral y armónico más compatible con la salud de todo el organismo, colaborando en el proceso de evolución.


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