Por Mariana Boggione
El mundo de la
moda sigue creciendo con artistas jóvenes y de gran talento. Conjugando novedad
y tradición, vértigo y color, Sofía Sarkany presentó en Ruta de la Moda Estilo
Rosario su primera colección. Rosario fue pasarela del primer desfile de quien
heredó la pasión familiar por el calzado. De la mano de Ricky, Sofía Sarkany
iluminó el primer día del evento de moda más importante de la ciudad, con sus
plataformas pintadas a mano, y mucho entusiasmo en sus palabras. Mujeres Chic
conversó con esta joven promesa, que ya se ha hecho realidad.
¿Cómo se siente estar en Rosario en tu primer desfile
y tu primera colección?
No conozco
Rosario, cuando veníamos en el auto con papá, el me explicaba cada uno de los lugares
de la ciudad. Quería quedarme, desafortunadamente el tiempo es muy corto y
debemos regresar a Buenos Aires, pero voy a volver.
¿Qué preparaste para Ruta de la Moda?
La colección que
diseñé para Sarkany es una fusión de moda y arte. Soy pintora y dibujante, así
que uno mis dos pasiones: el arte y el diseño de calzado. Como buena chica de
22 años que soy, me encanta la moda y como buena Sarkany, heredé el amor por el
diseño de zapatos, de allí surgió la idea de esta colección, con la que rindo
homenaje a la pasión de mi familia por el calzado. Es una colección súper
distinta, pero que a la vez convive con el estilo Sarkany.
¿La mujer argentina ayuda a hacer una colección
tan osada, tan atrevida?
Las mujeres argentinas
no somos tan tranquilitas, estamos constantemente mirando afuera, queriendo
sorprender. A mí me encanta diseñar para mis amigas, mis pares, mis hermanas,
mis primas. Nos encanta lo osado. Me causó mucha gracia saber que mi papá
calificó mi colección como “salvaje” y es justamente porque las plataformas
súper altas generan mucha actitud, personalidad fuerte. Está bien que lo
consideren osado, porque es con buena onda, no es de mujer fatal.
¿Hace cuánto comenzaste la colección?
La arranqué en
febrero. La presentamos el 5 de septiembre en el Centro Cultural Recoleta en
Buenos Aires. Pero desde hace 4 años que terminé el colegio, empecé a trabajar
en la empresa. Después me di cuenta que me encantaba el diseño de modas, diseño
gráfico, la arquitectura, la pintura, el dibujo. Y llegó un momento que dije
“Sofía pará”, tenía la posibilidad de estudiar y formarme, y allí decidí
estudiar en otro país. A mi regreso de Londres fue cuando me decidí por la
colección.
¿Cómo es trabajar con tu papá, y después de una
tradición de artistas?
La gente fantasea
mucho con eso de que trabajamos juntos, que nos vemos nueve horas en la
oficina, después en la casa, dormimos bajo el mismo techo… La realidad es que
tenemos una relación muy tranquila, siempre trabajé con mucha libertad, él me
deja hacer 100% mi experiencia. De hecho el edificio de la oficina es muy
grande y trabajamos cada uno en una punta, al igual que mi hermana que también
labura allá. De repente en algún momento del día nos cruzamos, y en la casa no
hablamos de trabajo. Cuando decidí hacer esta colección, se lo planteé a mi
papá y siempre me aconsejó, pero me permitió crear con libertad. Esta libertad
está fundamentad en la educación que me dieron: ¡tengo unos padres espléndidos!
Ahora te toca seguir con los zapatos a vos…
Esa es otra de
las fantasías de la gente, dicen que mi papá es la cuarta generación de
fabricantes de calzado, de artesanos húngaros, y yo soy la quinta… está
buenísimo, pero no soy la quinta de nada, por ahora estoy disfrutando lo que
hago. Soy Sofía, me gusta el arte, el diseño. Estoy tranquila, me gusta lo que
hago. En el futuro las cosas irán cayendo más o menos bien.
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