La autora de “Un lugar para Francisco”, Patricia Bottale, estuvo de visita en la Agencia Literaria Instituto Balcells, de Barcelona, España, donde se encuentran sus obras. Este viernes Mujeres Chic la entrevistó por segunda vez para hablar sobre su presente profesional, momento en el cual se encuentra abocada a la presentación de la Antología "Botellas en Agua V", de sus Talleres Literarios y a la edición de su nueva obra "Sin Rouge", Historias de hombres, que saldrá a la venta el año próximo.
Tuviste la oportunidad de conocer la Agencia Literaria del Instituto Balcells, en Barcelona, donde se encuentra parte de tus obras. ¿Cómo fue esa experiencia?
El instituto Balcells es una agencia literaria de Barcelona que edita a autores como Isabel Allende y García Márquez, y está dirigida por Carmen Balcells. Hace varios años tuve la oportunidad de enviar algunas obras mías, las cuales me aceptaron. En septiembre volví de Barcelona, donde me contacté con la agencia para llevar las actualizaciones y de paso conocer el lugar.
¿Cuáles de tus obras están en el instituto Balcells?
“Un lugar para Francisco”, “Todas” y “Cati Tarsitano, una artista”. Además en este viaje llevé el último material que voy a sacar a la venta el año próximo: “Sin Rouge, historias de hombres”.
¿En qué estás trabajando actualmente?
En este momento estoy con tres cosas. Una es la antología de mi taller que son trabajos de todos mis alumnos que hicieron durante el año. Son antologías que se publican anualmente como Botellas del Agua I, II… hasta la V. Con este último se cierra la serie de Botellas en el Agua. El año que viene arrancaremos con otra serie. El prólogo de esta última publicación lo escribió Alma Maritano y se presentará el 14 de diciembre en el hotel Savoy de Rosario. Actualmente estoy en plena corrección de textos porque todos mis alumnos participan. Por otro lado, estoy trabajando con una antología de cuentos que se llama “Sin Rouge” porque son historias de hombres. Además tengo en preparación una novela que estoy terminando de escribir.
¿Todas tus obras tienen algún hilo conductor, es decir alguna relación unas con otras?
Creo que el hilo conductor es el estilo. Intento bucear por distintas temáticas y ser original para no aburrirme. “Sin Rouge” fue todo un desafío porque muchas veces en los cuentos el protagonista habla en primera persona. En ese momento me tengo que poner en la mente de un hombre y es muy difícil meterse en otro sexo.
¿Cuál es tu estilo para redactar?
Dentro de lo que es el discurso literario, me gusta volarme con alguna metáfora pero también trato de bucear en algún estilo urbano. Siempre busco mezclar distintas cosas.
¿Tenes algún método de trabajo para escribir o sólo pasa por encontrar ese momento inspirador?
Trato de encontrar un momento de tiempo más que inspirador. A mí me gusta escribir en bares porque en mi casa no puedo. Necesito tener a mi alrededor una distracción que no me distraiga. Los ruidos de tazas y el movimiento de la gente son distracciones que hacen que me inspire en los bares (ríe).
¿Qué valor tiene la escritura en tu vida?
Nuestra vida está rodeada de palabras. Todos necesitamos crecer y evolucionar, y esto se logra a través de las palabras. Las palabras son parte de mí, de mi historia y de mis proyectos.
¿Qué te gusta leer?
Trato de ser bastante libre. Hay autores de los cuales me ha gustado un libro y otro no. Te puedo decir que amo a Borges pero hay cuentos de él que no los volvería a leer. Me gusta mucho Manuel Mujica Láinez, Juan Marsé y Marcelo Figueras. Son todos autores diferentes pero que no dejo de leer.
¿Qué crees que se necesita para ser un buen escritor?
Hay gente que tiene un don especial pero también hay quienes con esfuerzo logran millones de cosas que a lo mejor el que tiene el don lo deja morir. Creo que tiene que haber una gran dosis de imaginación, dedicación, disciplina y lectura.
¿Crees que hoy en día se abandonó un poco el hábito de lectura con las nuevas tecnologías de comunicación?
No, al contrario. Y tampoco me parece que porque un libro aparezca en una pantalla se dejen de hacer libros. El objeto libro es muy importante como objeto en sí mismo. No creo que haya mermado la lectura sino al contrario, hay mucha gente que participa en blogs de escritores y bajan libros para leer. Solamente hay que adaptarse a estas nuevas formas de lectura.
¿De qué manera los alumnos de tus talleres literarios son parte de tu producción?
Nos enriquecemos mutuamente porque ellos vienen a aprender pero yo aprendo de ellos. Tengo más de 50 alumnos solamente en los talleres literarios sin contar los cursos de redacción y las charlas. El año pasado dos de mis alumnos presentaron sus propios libros y este año lo hicieron otros dos más. La semana pasada presenté el libro de una alumna mía, Beatriz Solina, en la Fluvial. Son todos trabajos del taller. Tengo un feedback continuo con ellos y además se generan lazos de afecto.
¿Qué significó para vos que “Un lugar para Francisco” haya sido llevado al teatro?
Me siento una persona sumamente privilegiada al haber podido ver a 80 artistas en escena cantar y bailar mi texto. Pero para esto se requirió mucho esfuerzo y trabajo porque acá las cosas se hacen a pulmón.
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