El virus del papiloma humano son grupos diversos de virus de
ADN y representan una de las enfermedades de transmisión sexual más
comunes. El virus se contagia fundamentalmente por contacto piel a piel. Estos grupos
o subtipos han sido denominados con números y se conocen más de 100 tipos
virales.
Por su capacidad oncogénica, es decir, su capacidad de
evolución de la infección a cáncer de cuello uterino, se clasifican en alto y
bajo riesgo. Por lo tanto, algunos pueden causar solo verrugas o condilomas en
la piel y otros evolucionar en lesiones premalignas a cáncer de cuello uterino,
vagina, vulva y ano en la mujer y de ano, pene y bucofaríngeo en el hombre.
Es importante saber que solo
el 10% de las mujeres infectadas evolucionan hacia un cáncer de cuello uterino. En el
90% restante la infección desaparece entre el primer y segundo año. El 70% de los
cánceres de cuello uterino están producidos por el virus 16 y 18, que los
contienen las vacunas en existencia.
Las vacunas
disponibles ayudan a prevenir ciertos tipos de HPV y de algunas formas de
cáncer que están relacionados con estos virus. La vacuna es más efectiva antes de comenzar las relaciones sexuales, y ya es obligatoria en todas y todos los niños
de 11 años. Sin embargo, se propone su aplicación hasta
los 26 años de edad.
En síntesis, la vacuna
de HPV es efectiva para determinados subtipos de virus de HPV. El mayor porcentaje de
canceres cervicales están producidos por los subtipos 16 y 18 contenidos en las
vacunas existentes en nuestro país. Su efectividad
es mayor en mujeres y varones antes de comenzar su actividad sexual. Sin
embargo, se recomienda su aplicación hasta los 26 años y a mayores en determinadas circunstancias a
decidir con sus ginecólogas/os.
Por: Liliana N. Giuliodori | Especialista en ginecología y endocrinología ginecológica y reproductiva en CEGOR.
Por: Liliana N. Giuliodori | Especialista en ginecología y endocrinología ginecológica y reproductiva en CEGOR.
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