Elegante, activa y muy amable, así
es Fani Berestan de Paez, titular de FANNY Perfumerías.
Nos recibe en su lugar de trabajo,
en la casa central de Fanny Perfumerías. La primera de los seis locales
distribuidos en la ciudad de Rosario.
Desde hace más de 4 décadas lleva
adelante una de las perfumerías más importantes de la ciudad. Fue sin duda la
primera mujer que se animó a este desafío, allá por la década del 60.
Con el correr de los años, y
gracias a su esfuerzo y tenacidad, logró convertir su nombre en una marca
registrada en la ciudad a la hora de hablar de cosmética y belleza. Durante este
camino de trabajo han estado junto a ella personas que han sabido acompañarla y
aconsejarla, uno de ellos, sin duda el más importante fue su marido, quien Fani
recuerda con mucho cariño: “Era un gran compañero y cuando yo tenía una duda
el me decía: ´pero cómo no vas a poder, cómo no vas a tener esto o lo otro´.
David era mágico, tenía algo. Mi marido era un gran admirador de la mujer.”
Llegó desde La Pampa junto a su
familia cuando sólo tenía 4 años. Para aquél entonces no imaginaba cual sería
su destino en esta ciudad. Comenzó y terminó la carrera de Letras en la
Facultad de Humanidades de la UNR, pero no estaba en sus planes, o bien no
imaginaba convertirse en la empresaria que es hoy cuando sus
hermanos le cedieron un espacio para que pudiera desarrollar un
emprendimiento en la esquina de Córdoba y Entre Ríos. “Mis hermanos me
dieron el espacio, me lo instalaron, en ese momento era más chico de lo que es
ahora. Mis padres me apoyaron mucho con mi elección. Mi mamá totalmente, a mi
papa no le hizo tanta gracia que yo no hiciera una carrera más para la
humanidad… me dijo “con la perfumería no le vas a hacer un gran favor a la
humanidad”. El era muy estricto”, relata Fani.
- ¿Cuándo descubriste que la
cosmética era lo que te gustaba?
- Sin duda algo relacionado con
la estética, con la cosmética estaba dormido, o latente en mí. Recuerdo
que en una de las marchas estudiantiles, en la que no me acuerdo qué se
estaba pidiendo, mientras todos caminaban sin parar yo me detuve frente a
una vidriera. Allí un compañero que venía por detrás me dio un golpecito en la
cabeza y me dijo ‘siga caminando´… sin duda me gustaba más aquello que estaba
viendo.
- ¿Cuándo creés que la mujer
empezó a tomar conciencia del cuidado personal?
- Creo que las mujeres de la
postguerra tuvieron mucho que ver. Luego de la guerra las mujeres tuvieron que
salir a trabajar y en la moda nos representa fundamentalmente Coco Chanel.
Empezó a cuidarse más la imagen de la mujer. Ella y Helena Rubistein, que
empezó a trabajar con las cremas y era muy conocedora de la química. También se
destacó Elisabeth Arden. Pero la que más se destacó fue Coco Chanel.
- Hablando de grandes
mujeres, ¿a qué mujer admira?
- A mí me encantas las
escritoras, porque la escritura trasciende todo lo que es y todo lo que
pensamos. Tienen la virtud de poder llevar en palabras todo lo que nosotros
llevamos adentro. Y la mujer que yo admiro es Simone de Beauvoir, una gran
escritora y una gran pensadora. Se equivocó un poco en el camino, pero se dio
cuenta de que había avanzado más de lo que debía. Tenía un pensamiento muy
abierto.
- Con su experiencia, ¿cómo
ve a la mujer rosarina?
- Yo creo que todavía la mujer
no ha puesto todo lo que es capaz. La mujer tiene capacidad y privilegios. Creo
que la mujer se autopone limites, la mujer está más preparada...no sé si por la
naturaleza de ser madre, quizás. Yo creo que la mujer tiene mayores privilegios
que el hombre, cuando una mujer queda sola de alguna manera se arregla, al
hombre le cuesta más. La mujer es más fuerte que el hombre.
- Y siendo mujer ¿cómo fue
emprender un negocio de estas características? ¿Le costó más?
- No eso no influyó, tengo
competidores masculinos y los seguiré teniendo, pero sabes que…yo no soy
competitiva. No soy competitiva, por naturaleza.
- ¿Qué pasa con los hombres?
¿El rosarino es coqueto?
-El hombre por lo general compra más perfumes, pero se están
acercando cada vez más al rubro de la cosmética. No sólo eligen perfumes sino
que de a poco se van animando a tratamientos, cremas.
No conforme con dedicarse a la
belleza femenina desde lo cosmético, Fani decidió abrir hace algunos años Fanny
Spa, un lugar destinado a tratamientos para purificar, relajar, tonificar, y
modelar el cuerpo. En nuestra charla nos adelante que en este 2014 habrá nuevas
novedades para este emprendimiento: “este año queremos mejorar el Spa,
quizás este año uno de los puntos fundamentales sea el Spa. Hoy hay en la
medicina, sin ser invasivas, cosas muy buenas y porque no introducirlas de a
poco. Contamos con un espacio físico muy apropiado y las chicas del spa siempre
se entrenan, hacen cursos y están muy preparadas”.
- ¿Cómo ve a actualidad y
como le hace frente a esta realidad?
- En este momento estamos especialmente esperando. Tratar de
defender nuestros negocios, a veces las rachas son cortas pero el mal que
hacen en determinado momento tienen más tarde consecuencias, entonces procurar
cubrir todas las necesidades.
- ¿Si tuviera que
definirse en una palabra, cual sería?
- Auténtica.
- ¿Le queda alguna
asignatura pendiente?
- Me hubiera gustado ser más
deportista, no he sido deportista. ¡Me hubiera gustado que me guste!
Fanny es un clásico rosarino que
no pasa de moda. Hoy en día es común ver tres generaciones de mujeres eligiendo
comprar fragancias y maquillajes en esta tradicional perfumería.
Además de su labor empresarial,
Fani amadrina y colabora con el Hospital de Emergencias “Dr. Clemente Alvarez”
(HECA); de donde también es miembro del Comité de Bioética desde hace varios
años.
Ping Pong
- Perfume: Miss Dior, de Dior.
- Película: “La infiel”.
- Libro: “Cuando Nietzsche lloró”.
- Maquillajes: Estée
Lauder.
- Color: Azul.
- Lugar en el mundo: Rosario.
- Una flor: Rosa.
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