Por Mariana Boggione
Como presidente
de la Cámara Junior Internacional - JCI Rosario en el año 2012, Ana Paula Luna
confió una vez más en la fuerza de la juventud para edificar valores en nuestra
sociedad. A su vez, toda una organización se apoya en esta mujer, que día a día
proyecta y pone manos a la obra para impulsar iniciativas y jóvenes promesas en
pos de un mundo mejor.
¿Qué
es la JCI?
La Cámara Junior Internacional es una
organización internacional que busca promover el civismo activo. JCI está en más
de 120 países, y en nuestra ciudad, hace 66 años. Somos ciudadanos activos que
queremos generar cambios positivos en la comunidad en la que vivimos.
Equipo JCI |
Actualmente
sos la presidente de JCI Rosario…
Sí. Durante todo el 2012 estoy
desarrollándome como Presidente. Mi cargo, como todos los de la JCI dura un
año, y son por única vez, para darle la oportunidad a todos de pasar por la
experiencia de los diversos cargos.
¿Qué
objetivos personales alcanzás a través de la organización?
Fue un año muy distinto, en el que pude
aprender muchísimas cosas. Tuve la oportunidad de representar la organización
dentro de la JCI, como afuera: el gobierno, las empresas…
¿Qué
parte de tu vida le dedicás a la JCI?
Hace once años que estoy en la
organización, así que es una parte muy importante de mi vida. Pero siempre en
la medida en que uno pueda participar, teniendo en cuenta que es un
voluntariado. Obviamente, que en la Presidencia uno le dedica mucho más tiempo.
¿Por
qué motivo te sumaste a la institución?
En realidad me llegó una invitación, y me
interesó muchísimo cómo se puede aportar a la sociedad, y no quedarme viendo
qué pasa, sino comprometerme activamente, colaborando para hacer de éste un
mundo mejor. También vi la oportunidad de aprender a trabjar en equipo, a
liderar, a delegar… todas cosas en las que se crece haciendo.
¿Qué
experiencia internacional significativa tuviste junto a la JCI?
He tenido la oportunidad de viajar mucho.
Este año, en Brasil, recibí un premio de mejor organización americana, y ahora,
estamos participando a nivel mundial en Taiwán.
También encontramos miembros de JCI en
otros sitios del mundo; en un aeropuerto, en un congreso o reunión. Y cuando
uno los ve ya sabe que comparten los mismos valores. Quizás nunca más los
encotrás físicamente, pero te queda ese contacto y la certeza de que hay otros,
en múltiples países, trabajando para el mismo fin.
¿Cómo
combinás tu actividad ad-honorem con la laboral?
Cuando a uno le corre por las venas el
civismo activo, te hacés el tiempo, te organizás. Cuando uno tiene ganas de
hacer algo, las cosas se acomodan.
¿Cuáles
son tus proyectos próximos?
Habiendo sido Presidente local, tengo la
proyección de participar en la Comisión Directiva a nivel nacional, siempre
cumpliendo los requisitos necesarios. Quiero seguir brindándome a la comunidad.
Si
tuvieras que elegir una palabra para definirte, ¿cuál sería?
Compromiso.
Comentarios
Publicar un comentario