Por Andrés Nieva
Dao Inn, el camino introspectivo, el camino al yo interior. A través de esta práctica milenaria se logra quebrar barreras estructurales y acceder a una nueva forma de pensar y sentir del cuerpo.
Generalmente, las barreras de obstrucción de nuestra energía se hallan en prejuicios, falta de experiencia, abstracción de los pensamientos con la realidad, conflictos emocionales, dogmas, etc. Estas cualidades negativas obstruyen la capacidad del ser para expresarse y reconocerse como parte de un todo, producto de la integración de las multiplicidades.
Paso a paso, el practicante va develando conceptos vacíos e integrando su cuerpo a un concepto vibracional distinto. Cuando la intención se alinea con acciones concretas, se crea una línea tensional que permite alcanzar objetivos claros. Dao Inn permite identificar que los pensamientos no son aislados del cuerpo, un objetivo mental necesita una concreción física. Y si el cuerpo y la mente se alinean en ese ideal, las ideas se vuelven resultados. Pero para esto, es necesario reconocer el cuerpo, destrabar sus energías y permitir que la liberación de las toxinas físicas, despejen las nubes en la mente y los pensamientos y la forma de ver el mundo sea a través de un cristal limpio, mas puro e inocente. "Volver a ser un niño", dijeron muchos sabios de la antigüedad, entre ellos Jesús y Lao Tse, porque sabían que la observación de un niño no estaba viciada por calamidades, injusticias, guerra y corrupción.

Dao Inn es una práctica milenaria para a través del "aquí y ahora", despertar de nuestro yo interior, el verdadero yo.
Comentarios
Publicar un comentario